La manera como somos y hacemos Iglesia es a través de la estrategia de Redes.  Compartimos la comunión, la fe y la misión al encontrarnos en grupos homogéneos en diferentes lugares y momentos en el año.  Al encontrarnos fortalecemos el sentido de identidad y pertenencia, apreciamos lo que significa ser iglesia más allá de asistir a una reunión.  Hemos enfatizado como Iglesia que somos piedras vivas, unidas por una fe, un amor, un Señor y un Espíritu, quien nos encomendado una misión: Hacer discípulos hasta lo último Relational Discipleship.

Lo que surge desde la experiencia de comunidad es delicioso ante los ojos del Señor, ya sea que cantemos, viajemos, sirvamos, demos etc.; surge desde la genuinidad de ser familia espiritual y no como una tarea o actividad impuesta en un calendario del programa.

Estamos conscientes que muchas Iglesias son un grupo de personas asistiendo a una reunión, ya sea física o virtual.  Simples asistentes, sin relaciones, sin vínculos, sin amor, sin perdón, sin sufrir lo incomodo que es estar juntos.  En las redes se fortalece el ser familia, es ahí donde aprendemos a perdonar, a amar, a sufrir con otros, a soportar, a tener paciencia.  Le reunimos a buscar otra iglesia por la incomodidades que surgen  al estar juntos, ese milagro solo lo puede hacer el Espíritu del Señor.